Acompañame a París

viernes, 30 de diciembre de 2011

standby

Últimamente no hay quien me entienda. Ni si quiera yo.
De hecho, se me olvida pensar, se me bloquea la mente, y me valgo del consuelo, tirada en el sillón con la música en los cascos rebentando mis oídos. Últimamente  vivo del recuerdo, cómo si mi presente fuese tan insignificante que encerrarme en el pasado me resulta tan confortable..
Cada día soy más rara. Sí, disfruto en la calle, soy feliz, tengo miles de personas a mi alrrededor, pero quiero magia. Necesito magia, quiero encenderme, quiero no poder dormir por el simple hecho de darle vueltas a la cabeza pensando en algo,  o alguien.
La paz, la serenidad que tanto deseaba y que hoy tengo, las echo de más.
Me encantaría expulsarlas de mi vida, si, aunque me halla costado tanto conseguirlo.
No se, seguiré con mis cascos, con mi música rebentando mis oidos, y continuare con esta mentalidad, infantil malcriada y caprichosa que ahora llevo a mis espaldas.
Qué le vamos a hacer.

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