Acompañame a París

jueves, 26 de enero de 2012

Si tienes que vivir hazlo como si fuese el último día. Sin reproches, sin remordimientos. Si tomas decisiones que sean firmes. Si vas a llorar, llora hasta que no puedas más y si quieres reir, que tus carcajadas rebienten el mundo.
Somos humo. Pasamos, venimos y nos vamos como si nada. Vivimos y morimos constantemente. Somos huracanes de sentimientos explotando a cada segundo, somos todo y somos nada al mismo tiempo. Yo de momento respiro y con eso me basto.
Si tienes que amar, ama en el peor momento, con las circunstancias más adversas. Ama a contragolpe, a contracorriente. Nunca sabes cuanto puede durar cada momento

domingo, 15 de enero de 2012

El quinto sueño

Señales del destino.


Aparcada casi un mes de todo esto. No de sentir, pero si de escribir. Afortunadamente los sentimientos no los he dejado de lado. Han sido épocas de nostalgia, familia, amor, compañía, y, bueno, sensaciones extrañas.
La Navidad no es la misma que la de antes, la ilusión se va perdiendo con los años, y estamos rodeados de un asqueroso consumismo. Y, zas! cuando menos te das cuenta estás de nuevo involucrada en tu rutina.
Todos los días parecían iguales, pasaban insípidos, pero, nose es como si de pronto se abriese una nueva ventana que me dejase ver más allá.
La rutina en la que estaba encerrada se ha convertido en una nueva experimentación diaria.
Nose si son sentimientos, de hecho lo son, pero no consigo entender de que tipo.
De repente tienes tu vida cuadrada, tus planes, tus ideas claras y  aparece algo que te descoloca todos los esquemas.
Cómo cada vez que dentro de mi misma se desarrolla un conflicto aparecen las dudas, aparecen las ganas de salir corriendo y pasar de todo.
Aún así, debería de ir madurando y afrontar las cosas nuevas que vengan.
No puedo estar toda mi vida atada, ni encerrada, ni pasando los dias creyéndome inmune porque no lo soy. Nadie lo somos.
Pero bueno, a lo mejor esta vez paro de pensar todo, cierro los ojos, y a dejarse llevar.
Lo que venga vendrá, sea bueno o malo.
Es el destino