Acompañame a París

lunes, 12 de diciembre de 2011

Pequeña inocente

Quizá me volvería loca rozando cada poro de tu piel una vez más, o quizá me esté volviendo más loca aún al imaginarlo.
Es la sensación de normalidad, es como volver a casa, volver a sentirte.
Insignificante, casi nada, pero cada parte de mí se ha transportado por un momento contigo. He vuelto a besarte, a rozarte las manos, a acariciar tu piel. He regresado al caos, pero también a esas ansias locas que hace un tiempo despertaban en mi lo que ahora creía muerto.
Me siento hipócrita a veces. Me engaño a mi misma. –Si, eres fuerte.
Mentira, eres humana, como todo el mundo.
También te duelen las cosas. También sientes, es parte de la vida.
Pero sí, por un momento he reconocido volver a sentir, he imaginado una vez más tu sonrisa muy cerca, quizá más cerca que nunca.
Se también que me encantaría cambiar las cosas.
Cambiaría el dolor, las excusas, cambiaría el mundo e incluso cada parte de tu mente.
Te amoldaría de una forma tan perfecta que solo estuvieses hecho para mi.
Con tus virtudes y defectos, pero, defectos de los que aprendería y apreciaría. Defectos de los que me reiría y cambiaría.
Para, un segundo. ¡Despierta!, Has vuelto a soñar de nuevo. Pequeña inocente.

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