Acompañame a París

jueves, 3 de noviembre de 2011

-

            Ya no es solo el simple hecho de echarte de menos, es que aún si ti, sigues arrebatandome mi libertad. Sigo teniendo miedo, miedo a no poder sentir, a que esta coraza me dure toda la vida, miedo a  que otros besos no me enciendan cómo lo hacian los tuyos. Miedo, a haberte dejado ya cómo una droga y seguir adicta a tus putos encantos. No puedo parar, no logro apartarte de mi vida. En el rincón más inhospito, en las horas más desoladas, o en la euforia mayor en la que pueda encontrarme siemrpe hay restos de ti. Siempre estás en mi imaginación para decirme que me quieres. Y eso, sólo lo veo yo. ¿Por qué no puedo borrarte?, ¿Por qué a cada paso que doy hacia delante tu amor me hace retroceder tres hacia atrás?. Nunca llegaré a entenderlo. Quizás fue por la forma enfermiza con la que nos quisimos. Por darte lo que tenía y lo que no también, por ahogar mis mejores y mis peores horas a tu lado, y sólo a tu lado. Por crear mis mejores besos para ti y que día a día me los arrebatases. Quizás sea por la forma que tenías de sorprenderme, o, de llamarme de alguna manera absurda. A lo mejor lo que más echo de menos son tus abrazos de consuelo, o tu ayuda a la hora de desenvolverme en un problema. Pura adicción, es lo que era. Y ahora, no se cómo sacarte de mi cabeza..

No hay comentarios:

Publicar un comentario